Antes de comprar, define superficies, tipos de suelo, presencia de alfombras y obstáculos frecuentes como cables o juguetes. Compara succión en pascales, mapeo LiDAR, fregado sónico, reconocimiento 3D y estaciones de vaciado o lavado. Revisa compatibilidades con Zigbee, Matter, Alexa o Google, garantías y disponibilidad de piezas consumibles. Elige modelos con soporte local y buena comunidad, porque las actualizaciones y tutoriales marcan diferencias notables a largo plazo.
Los sensores correctos convierten la casa en un sistema atento y previsor. De presencia para encender luces solo cuando hace falta, de apertura para puertas y ventanas, de fugas de agua bajo fregaderos, de humedad en baños, de CO2 y partículas para la calidad del aire. Sitúalos estratégicamente, calibra sensibilidades y procura baterías de larga duración. Reducir falsos positivos trae tranquilidad, ahorro y una experiencia que realmente se siente mágica y útil.
Una base sólida evita interrupciones. Refuerza tu Wi‑Fi con malla y 2.4 GHz estable, asigna canales libres y segmenta dispositivos si es posible. Considera hubs Zigbee o Z‑Wave para baja latencia y mayor fiabilidad. Matter y Thread prometen interoperabilidad sencilla, pero revisa compatibilidades reales. Si optas por control local con Home Assistant o similares, valora hardware dedicado. Una infraestructura bien pensada sostiene cada automatización con rapidez, seguridad y menos mantenimiento inesperado.